Las épocas cambian, y no lo hacen solo a través del paso del tiempo, ellas cambian a través de los giros de los modos de representar nuestra realidad. Hace cuarenta años nuestra profesión estuvo confinada y cubierta por un manto de oscuridad producto del nefasto y brutal proceso militar, fue una época atravesada por la falta de una representación fundamental de nuestra profesión, aquella que nos da la posibilidad de manifestarnos, de hacernos oír.
Con el retorno de la democracia en nuestro país, la sociedad dio lugar a la posibilidad de replantear horizontes de igualdad y reconstruir espacios que habían quedado apartados, censurados y prohibidos. Fue a partir del retorno de la voluntad popular como se volvió a constituir el Colegio de Psicólogos de Entre Ríos, por aquella época las representaciones que atareaban a quienes estaban en este arduo proceso de reorganización alcanzaban la esfera de los temas que actualmente se discuten e interrogan, la época era otra.
Si en la constitución del colegio no solo participaron psicólogos, sino también psicólogas, y teniendo en cuenta que las colegas han constituído históricamente el género mayoritario en nuestro ejercicio profesional, hoy en día nos interrogamos: ¿Por qué continuar reduciendo al género masculino para referirnos a nuestro colectivo? La igualdad de género forma parte delos derechos humanos que bregamos por conquistar en nuestra época. Es por ello y para darle lugar al reconocimiento y reparación histórica de la importancia de todas las psicólogas que participan y participaron del colegio, tanto en su ejercicio profesional, como en su gestión política, que hemos decidido cambiar la nominación de nuestro colegio al nombre de Colegio de Psicólogas y Psicólogos de Entre Ríos.