En función de la flexibilización del aislamiento social preventivo y obligatorio el Colegio de Psicólogos de Entre Ríos elevó una nota al Gobernador Gustavo Bordet solicitando la atención presencial de pacientes en situaciones de emergencia subjetiva, dando cuenta de la gran relevancia de nuestro ejercicio profesional en contexto de pandemia.
AL Sr.
GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DE ENTRE RÍOS
Cr. BORDET GUSTAVO EDUARDO SU DESPACHODe nuestra consideración:
Desde el Consejo Directivo del Colegio de Psicólogos de Entre Ríos nos dirigimos a Ud a fin de expresarle nuestra preocupación y solicitarle su consideración e interés al respecto, a fin de arbitrar las medidas que considere oportunas, dentro de la flexibilización administrada del aislamiento social preventivo y obligatorio.
Nuestra institución agrupa a las y los profesionales de la Psicología de toda la provincia, actividad cuyo ejercicio compromete el interés público, según el artículo 43 de la Ley Nacional de Educación Superior 24.521. Al momento contamos con 1800 matrículas activas.
En este sentido, consideramos importante señalar la múltiple inserción laboral de nuestros matriculados: algunos de ellos como empleados del estado en las distintas reparticiones nacionales, provinciales y municipales, otros en la universidad pública y privada, otros en relación de dependencia en instituciones, con contratos de locación, pero la mayoría de ellos ejerciendo la profesión en el consultorio particular.
Es nuestro deber, por la legítima representación de la totalidad de las y los profesionales de la psicología, poner en consideración del estado y de quienes tienen la responsabilidad de diseñar las políticas públicas, las importantes dificultades en las que se encuentran nuestros matriculados, con la finalidad de que se puedan disponer de medidas que den alivio a esta situación que para la mayoría de nosotros se ha tornado dramática a raíz de la declaración del Aislamiento Social Preventivo Obligatorio decretado por el Sr. Presidente de la Nación, al cual adherimos y respetamos.
Dicho aislamiento ha ocasionado la interrupción de los tratamientos en curso, y la no iniciación de nuevos, debido a que muchos de los pacientes no cuentan con la tecnología necesaria para continuar los mismos de modo remoto, o desconocen cómo hacerlo, o no cuentan con internet, o en ocasiones no disponen del espacio físico de intimidad en sus hogares, para llevar adelante una sesión de este modo.
Así mismo las Obras Sociales no han aceptado en su mayoría la cobertura de la práctica on-line a pesar de la recomendación de la Superintendencia de Salud, por lo que no estarían abonando el tratamiento psicológico según lo establece el PMO.
Nuestros colegas se encuentran con serias dificultades para hacer frente a sus obligaciones fiscales, alquiler de consultorio, impuestos provinciales, tasas municipales, caja de previsión privada, etc. Estos colegas han pasado de una situación de trabajo más o menos “estable” a la condición de desocupados o subocupados. Su situación no avizora posibles mejoras si las medidas de cuidado de la salud se mantienen, como es esperable que suceda.
Cabe señalar que muchos de estos profesionales están desinteresadamente colaborando con el dispositivo de contención que se desarrolla desde el Colegio de Psicólogos (SAC), y que ha coordinado acciones con el Ministerio de Salud, con la finalidad de brindar ayuda a la ciudadanía en general. Todo esto en el marco de una lógica que no se circunscribe a las ideas de la práctica “ad honorem” o de “voluntariado”, sino partiendo de la clara concepción respecto del rol social de nuestra profesión y de la deuda que tenemos con la sociedad de la que formamos parte, como ciudadanos que tuvieron la posibilidad de acceder a los estudios superiores y a la libre elección de su profesión.
Por todo esto, solicitamos entonces que tenga a bien disponer medidas que mitiguen la merma en los ingresos de las y los profesionales y hagan posible el sostenimiento de condiciones de vida mínimas para quienes garantizan el derecho de la población al acceso a la salud mental, durante la emergencia y a la espera de la paulatina normalización de las actividades:
- Que se considere la suspensión del pago de impuesto a las profesiones liberales, monotributo, impuesto inmobiliario y demás impuestos que se abonan regularmente como así también la prórroga del pago de los servicios de luz y gas. También considerar la posibilidad de brindar en aquellos casos que no consten con ingresos, una ayuda económica que aliviane esta situación como ya se ha realizado con los monotributistas A y B.
- Que intervenga ante las Os. Sociales conminándolas a cumplir con lo indicado por la Superintendencia de Salud en cumplimiento con lo reglado por el PMO.
Es por todos conocido que estas situaciones críticas de desastre o pandemia, afecta en distintos niveles a la población. Temor, ansiedad, angustia, irritabilidad, son los síntomas que se presentan más frecuentemente y al no poder sostener un espacio terapéutico se agudizan aún más, por lo que por último le solicitamos se contemple la posibilidad de flexibilizar, como se viene realizando con otros rubros, la atención presencial en consultorio de aquellos pacientes que se encuentran en situaciones de emergencia subjetiva, o que deben continuar sus tratamientos a fin de evitar crisis o consecuencias que luego son muy difíciles de mejorar. Cabe destacar que nuestra práctica de consultorio permite mantener la distancia social, como así también el otorgamiento de turnos que impiden el cruce entre pacientes y nos comprometemos a recomendar por todos nuestros canales de comunicación a nuestros colegas, el extremar las medidas de desinfección del consultorio al ingreso y entre pacientes.
En espera de una pronta respuesta, quedando a su disposición para que en la modalidad que considere conveniente se formule el protocolo adecuado a las normas y recomendaciones vigentes, nos despedimos de Ud. muy atentamente.
Ps. Mónica G. Cosenza Ps. Eduardo D. Cuaranta
Secretaria Co.P.E.R. Presidente Co.P.E.R.