Institucionales

24 DE MARZO DE 2019

El pasado no es libre. Ninguna sociedad lo abandona a sí mismo. Es regido, administrado, conservado, explicado, narrado, conmemorado u odiado. Ya sea que se lo celebre o se lo oculte, sigue siendo un desafío fundamental del presente” - La memoria saturada, Régine Robin
 
24 de marzo. Una fecha remarcada en el calendario que requiere de nuestra atención. Una marca que responde a una inscripción profunda: el reconocimiento de hechos deleznables, la operación de la fuerza opresora y represiva del Estado funcionando sobre los cuerpos de sus propios ciudadanos.
 
24 de marzo. La construcción de una consigna, “Memoria, Verdad, Justicia”, que exige la responsabilización de quienes asaltaron los poderes del Estado, destruyendo las mínimas garantías de respeto por la condición humana; operando no sólo sobre los cuerpos de aquellos ciudadanos a quienes se ubicó en el lugar de “enemigos públicos”, sino también sobre las tramas sociales de solidaridad, elaborando sutiles mecanismos de manipulación discursiva que perviven hasta la fecha.
 
24 de marzo. La resignificación del relato sobre los “desaparecidos”; un intento de hacer frente a la expropiación de la propia capacidad de metaforizar la violencia de la irrupción, el quiebre de las reglas básicas del funcionamiento de la sociedad, la pretensión de una guerra interna como justificación ante los procesos de expoliación del progreso productivo del país.
 
Cada 24 de marzo nos invita a la revisión de nuestra propia historia, la que transitamos como pueblo, la que en particular nos reconoce como colectivo de trabajadores de la salud mental, soportando la realidad de la precarización y la descapitalización -en sus diferentes acepciones- por la desaparición de una generación de sujetos con ansias de transformación.
 
El Colegio de Psicólogos de Entre Ríos adhiere, acompaña y convoca a las marchas y actos que se organizan en diferentes puntos de la provincia, invitando a cada colega a sumarse a las voces de miles de ciudadanos por el rescate de la memoria, la construcción de verdad que nos confrontan los sobrevivientes de ese período y la apelación a la justicia que dé cuenta de la conciencia de una consigna que se hace eco en cada rincón: “NUNCA MÁS”.

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