Desde el Co.P.E.R nos pronunciamos en contra de las denominadas “terapias de conversión”, cuya aberrante propuesta consiste en suponer la heterosexualidad como norma, haciendo existir la falacia de que una persona estaría enferma por las elecciones en sus vínculos o su género, si no fueran heterosexuales. Estas prácticas de "conversión" atentan contra los derechos humanos y la libertad de las personas.
Es increíble, pero cierto, estas posiciones ideológicas y religiosas persisten aún en el siglo XXI sosteniendo pensamientos propios de la edad media. Por ello, repudiamos este tipo de prácticas, que NADA tienen de terapéutico, sino todo lo contrario, se vuelven espacios de humillación, tortura y menosprecio hacia la libertad que cada una y cada uno de nosotros tiene para elegir y amar.
En consonancia a lo manifestado en la resolución presentada por el Colegio de Psicólogo de Santa Fe:
“Los daños ocasionados por estas terapias comienzan con la noción de que una persona está enferma o es anormal a causa de su orientación sexual o identidad de género y, por lo tanto, debe ser corregida, lo que inevitablemente da lugar a un proceso de victimización. La pérdida considerable de autoestima, la ansiedad, el síndrome depresivo, el aislamiento social, las dificultades para establecer relaciones íntimas, el autoodio, la vergüenza y el sentimiento de culpabilidad, la disfunción sexual, las ideas suicidas y sus intentos, los síntomas de trastorno por estrés postraumático y, con frecuencia, el dolor y sufrimiento físico considerables, son algunos de los profundos efectos que estas prácticas tienen en las personas”Consejo Directivo | Colegio de Psicólogos de Entre Ríos.